Volar en avión puede ser una experiencia incómoda, e incluso estresante, para quienes padecen acúfenos, una condición que se manifiesta con zumbidos o pitidos persistentes en los oídos. Durante el vuelo, los cambios de presión y el ruido constante en la cabina pueden intensificar notablemente estos síntomas, haciendo que el viaje se convierta en una experiencia desagradable. A continuación, te explicamos por qué ocurre esto y te ofrecemos algunos consejos para mitigar sus efectos.
Causas y síntomas
Los acúfenos pueden empeorar durante un vuelo debido a las variaciones de presión que se producen tanto al despegar como al aterrizar. Estas variaciones afectan la trompa de Eustaquio, encargada de equilibrar la presión en el oído medio. Cuando la presión no se equilibra adecuadamente, se pueden experimentar síntomas como taponamiento, dolor de oídos y un aumento en la percepción de los molestos zumbidos. Además, el ruido dentro de la cabina, especialmente si te sientas cerca de los motores, puede contribuir significativamente a este malestar.
Consejos para mitigar los efectos
- Elegir el asiento adecuado: Preferiblemente asientos alejados de los motores, situados bajo las alas, para reducir la exposición al ruido.
- Ventilar los oídos: Bostezar, masticar chicle o tragar frecuentemente puede ayudar a equilibrar la presión en el oído.
- 3. Maniobra de Valsalva: Exhala suavemente con la nariz tapada y la boca cerrada para igualar la presión en los oídos.
- Distracción: Escuchar música o ver una película puede reducir la percepción de los acúfenos.
- Usar tapones específicos: Estos regulan la presión en el oído y pueden ser útiles durante el vuelo.
Aunque volar con acúfenos puede ser difícil, siguiendo estos consejos es posible reducir significativamente las molestias. Para casos más severos, es recomendable consultar a un especialista antes de viajar para obtener recomendaciones adicionales y garantizar un vuelo más cómodo.